Durante invierno, cuando olvidas que tu piscina necesita de tus cuidados, el agua suele teñirse de verde. Esta es una de las batallas más comunes de todos los que tienen una piscina en su vivienda. Las sustancias que propician el cambio de color se llaman algas, y la lucha contra ellas es muy común. Cuando esto ocurre, la piscina se vuelve en un lugar muy atractivo para ser invadida por bacterias y microorganismos. Esto, finalmente, pasa a ser un foco de contracción de infecciones para todo el que se bañe con el agua así. Por ello, aquí vas a aprender cómo eliminar algas de tu piscina, para que siempre esté puesta a punto.

Tipos de algas de piscina

Las más comunes son las algas verdes, localizadas bien flotando por el agua, o bien pegadas en las paredes. Normalmente suelen volver el tono del agua verdoso, ya sea más claro u oscuro dependiendo de su concentración. Su extinción se puede lograr con el cepillado incesante de la pared con cualquier alguicida. Aunque lo menos trabajoso sea elevar las dosis de cloro y expandir alguicida por el agua.

La segunda tipología característica es de algas negras, aunque en realidad su tono sea azulado. Aparecen especialmente en las hendiduras o grietas del yeso. No influyen en la transparencia del agua, sino que suponen unas manchas sobre la superficie. Surgen en las zonas sombrías de la piscina, debido a la rugosidad del acabado en hormigón o yeso. En esta ocasión, el tratamiento consiste en el análisis equilibrado del agua, y cepillado minucioso de la mancha. A esto hay que añadirle una buena cantidad de alguicida para que finalmente desaparezcan.

En último lugar se encuentran las algas mostaza. Se suelen ubicar en las paredes de la piscina, alrededor de los chorros de alta presión o de la boca del skimmer. También, en el fondo si hay arena o suciedad en las esquinas. Su tratamiento es igual que en el caso de las algas negras, aunque hay veces que debido a lo superficial que se encuentran, es posible aspirarlas desde fuera de la piscina.

Cómo eliminar algas de tu piscina

Cómo eliminar algas de tu piscina

Antes de comenzar con el procedimiento, es aconsejable cepillar muy bien todas las zonas de la piscina que contengan algas. Así, se desprenderán de las paredes o del fondo para que sea más fácil su extracción.

  1. El primer paso a la hora de eliminarlas de tu piscina es comprobar el pH del agua. Este es uno de los motivos por los que aparecen estas intrusas. Su nivel debe estar entre los parámetros del 7,2 y 7,4. Si no está así, el cloro se vuelve un 40% menos efectivo, por ello hay que empezar por aquí.
  2. Revisa el sistema de filtración para que funcione 24 horas desde el momento en el que viertas los productos. Luego, aplica un tratamiento de choque con cloro, para que mate a todas las algas suspendidas en el agua. Esto no es más que aumentar la dosis de cloro habitual que sueles vertir en la piscina.
  3. Tras esto, debes dejar en funcionamiento la bomba durante 24 horas, y si pasado ese periodo aún quedan restos de algas, repite este paso.
  4. Una vez que el agua quede cristalina, asegúrate que no hayan quedado algas atrapadas en el filtro. Si es así, tendrás que lavarlo para que estas no vuelvan a salir.
  5. No te bañes inmediatamente después de este proceso. Es preferible que dejes pasar un día para que descienda la cantidad de cloro en el agua.

Cómo prevenir la aparición de algas en tu piscina

Después de haber seguido todo este proceso, es conveniente seguir manteniendo el agua de la piscina para no tener que repetirlo. El cómo eliminar algas de tu piscina se convierte en una verdadera preocupación cuando llega verano, y aún no se ha puesto a punto. Uno de los productos que más ayuda a esto es un limpiafondos automático. En este caso, no solo se encarga del fondo sino que también, de las paredes. Esta es una de las posibles soluciones para poder combinar tu rutina con el mantenimiento de tu piscina, ¿qué te parece?